Las escapadas domingueras a bodegas, dan para todo. Contar anécdotas, hablar de vinos, de elaboraciones, de proyectos nuevos.....
En la visita a Castro de Lobarzán (D.O. Monterrei), me reí mucho con una anécdota del sr Pepe,que intentaré transcribir en castellano (él habla en gallego), sin destruirla demasiado.
Cuando él empezaba con la bodega, las heladas tardías de abril y mayo, que mermaban mucho la cosecha, le traian de cabeza. Por las noches le daba vueltas, vueltas y más vueltas. Hasta que dió con la clave. Un aspersor, de los usados por los jardineros. Y, como las cosas de bodega, son de dos, le comentó a la sra Isaura su solución. Quería que le diese el visto bueno. Un "ti sabrás", fué más que suficiente. Le había prometido colocarlos en dos regos. Mandó ir al proveedor, con la mercancia, por la noche.El hombre llegó y ya estaban en cama, pero se vistió y lo atendió. Cuando la sra Isaura vió la cantidad de material que había traido, casi lo echa de casa (habia traido para toda la finca menos para dos regos).
Empezar el montaje y aparecer los vecinos de arriba a abajo, de paseo por el camino, fué todo uno.Expresiones d
Y acabó.Estaba deseando que helase para verlo funcionar. Y ese día llegó. A la mañana siguiente fué a ver el resultado. Los dos regos, quemados, el resto perfecto.
La sra Isaura le comentó: Xa poideches poñerllo a toda a viña.
Ellas nunca estan conformes......jajajajaj
Pdta:Encontré en el Museo del Vino de Bullas, una pieza interesante. Una

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