martes, 3 de marzo de 2009

Rias Baixas, la prepotencia del líder

Este es un post de un buen colega, José Luis Louzán. Es triste verlo,pero, así está funcionando Rias Baixas.

Otro, pero. Cuando catamos los vinos gallegos, siempre tenemos por parte de las DO, facilidades. Menos, Rias Baixas. ¿El problema? Parece ser que puntuamos demasiado bajo los vinos de esta DO.

"Me piden que hable de la DO por antonomasia en Galicia en lo que a blancos se refiere y la única conocida y con prestigio propio desde hace décadas fuera de nuestras fronteras. Y aun creyendo que en demasiadas ocasiones estoy mas guapo callado y que esta debería ser una de esas ocasiones, me temo que una vez mas voy a dar gratuitamente mi opinión sobre los demonios que acucian a esta denominación y que nos llevan a algunos por el camino de la amargura y los malos blancos de albariño.

Una cosa es cierta y es que la producción en número de botellas de la DO ha ido en aumento de modo, en mi opinión, exagerado, den los últimos cinco años. Mientras en el año 99 se cosecharon algo más de once millones de quilos en 2006 fueron 28 millones. Solo un año especialmente malo como 2007, por causas climáticas hizo caer esa cantidad en 2007 (17.709.572 Kg) pero en ningún caso se trato de un trabajo "riguroso" en aras a una mejora de la calidad o a una selección mas escrupulosa que disminuyese la producción. Para nada.

Mientras en el año 99 se exportaban algo mas de cuatro cientos mil litros en 2006 fueron más de dos millones de litros. Mientras en 1999 se vendieron algo más de cuatro millones de litros en 2006 fueron casi 15 millones.

Se, y estoy en parte de acuerdo, que el aumento en la producción no tiene porque ir asociado a una disminución de la calidad, para nada. Dos nuevas zonas de cultivo fueron incorporadas a la denominación en los años 1996 y 2000. Por este motivo, y porque otras subzonas comenzaron a producir durante esta década, la producción de vino se ha incrementado de forma considerable. Pero donde en Francia la media de producción no pasa demasiado de los 8.500 Kg/Ha en Rías Baixas supera los 11.000Kg/ha...

Sobre la superficie de la DO el baile de cifras es importante según la fuente que se consulte. Pero por aportar uno, la finca de 60 hectáreas de Terras Gauda consiguió ofrecer al mercado más de 750.000 botellas de su vino básico. No cuento ni las de Abadía de San Campio ni las del famoso Etiqueta Negra (39€ en Vinissimus). ¿Debo fiarme de este vino? Si, es un sabor muy cordial, cotidiano, entra fácil cuando se sirve muy frío y podría resultar (el básico) hasta económico pero... ¿debería fiarme?. Terras Gauda anunciaba a bombo y platillo el verano pasado como, en colaboración con el CSIC había culminado la elaboración de la levadura artificial de Albariño que, en palabras textuales, "solucionara por fin todos cuantos defectos se puedan presentar a la hora de vinificar esta uva". Vale...

Sigamos hablando de confianza. En Mayo de 2007 Marisol Bueno (Pazo Señorans) abandono la presidencia del consejo regulador de la DO Rías Baixas diciendo que "Nos parece bien que las grandes fortunas compren bodegas. Significa que es un negocio con caché y que da prestigio al inversor". También dijo que estaba cansada después de 21 años al frente de la DO y que esperaba que la cosa no se estropease con su marcha. La sustituyo un técnico como presidente, José Ramón Meiriños y, atención, Gerardo Méndez (Albariño do Ferreiro) como vicepresidente. Y la llegada de estos dos señores vio la salida al mercado de un grupo de albariños con envejecimiento en depósito de acero y otros con envejecimiento en madera. Pura coincidencia, eran vinos que se comenzaron a vinificar mucho antes de la salida de la anterior ejecutiva, antes del cambio de gobierno de hace cuatro años en Galicia... pero salieron ahora, no antes. Y de su promoción como "abanderados" de un nuevo modo, mejor o peor, de afrontar la uva y su futuro como vino de calidad se encargo este Consejo Regulador y no el anterior.


La encrucijada ahora, hablando ya solo de vino, es esta. Mientras un grupo notable de bodegas han decidido seguir la tendencia marcada de producir cuanto mas mejor, aprovechando las condiciones de esta fantástica uva y sobre todo de este territorio, para "hacerse sola" o con un mínimo esfuerzo, otros, una minoría, han optado por producciones raquíticas y por una exploración constante de la uva y de su entorno. Lagar de Besada, Do Ferreiro, Adega dos Eidos, Zárate, Castrovaldes, Penaguda (Attis), han optado por producciones de unos miles de botellas (la media son 20.000) de tipos concretos.
Terras Gauda, Martín Codax (2,6 millones de botellas en 2006), Condes de Albarei (2,5 millones en 2007), Pazo Señorans (420.000 botellas), Pazo Barrantes (Grupo Marques de Murrieta) y otros han decidido seguir el que podríamos llamar "método Rioja" y producir millones de botellas con las que inundar el mercado.

La trampa es que, mientras los vinos Riojanos o de otras DO que deciden vivir de la sobreproducción y masificación renuncian a la calidad y en ocasiones no insultan a la inteligencia del personal con campañas que abusan del término, aquí no. Estas bodegas, por vía directa o indirecta, amparados en campañas de marketing multimillonarias y de modo bastante lamentable, afirman con desparpajo que los suyos son "vinos extraordinarios" o "el autentico albariño".

El futuro se muestra por lo tanto incierto. Primero porque es legitimo y hasta realista el trabajo de esas macro-bodegas (fabricas de vino mejor) apoyándose en un buen marketing y en vinos muy comerciales, fáciles de beber y de conseguir pero que acaban con el prestigio y la calidad de la zona a un medio plazo. Segundo porque si bien la presidencia del Consejo regulador debería ser sensible a este hecho, se sigue primando la uva (albariño) sobre el territorio (Rías Baixas) a la hora de publicitar el vino, mientras en Australia ya anuncian que la uva se esta dando de maravilla y que van a empezar a producir a mansalva en cuestión de años. Y tercero porque mientras una botella de Contraaparede roza los 14 euros una de Terras Gauda ronda los diez y existen paladares capaces de compararlas y decir, sin rubor alguno, que el Contraaparede es caro y que el otro es mejor.

Esto pasa... y solo quiere decir que a lo mejor lo adecuado seria montar cuatro mega-cooperativas de albariño y que los pequeños productores se dejasen de tocar las narices con producciones de miles o centenares de botellas. Veremos que ocurre en escasamente un mes con la salida de los primeros de 2008. No pinta mal la cosa, al menos en cantidades. Otra cosa es la calidad.

Pero da igual. Total, ya tenemos la "superlevadura que todo lo cura". ¿no?"

2 comentarios:

lys dijo...

Pera mi que soy una ocasional bebedora de una copa de buen vino, este post me ha parecido muy interesante, yo ya dejé de beber rioja a excepción del Viña Ardanza, tantísimas marcas me confunden. Entiendo que tu reflexión no es con la cantidad sino con la calidad.

Te dejo un saludo.

Y ¡Viva el ALBARIÑO!

cesuras dijo...

....gracia lys por dejarte caer por estos lares.
Un saludo y gracias....