domingo, 2 de noviembre de 2008

Ribeira Sacra, la viticultura heroica




Si, lo comentábamos ayer, cultivar viñedo en la Ribeira Sacra o es de locos,o de irresponsables, o de gente que no le importa tirar el dinero, o de auténticos enamorados de su terruño. La gente que voy conociendo, me hacen inclinarme por esta última.
Porque si ayer hablábamos de César "Cachín", hoy quiero acordarme de Fernando "Algueira". Y cuando pienso en ellos, pienso en todo su trabajo en esos bancales demoledores, de los que hoy por hoy, cualquiera de los dos extraen la esencia pura del terruño.
Hoy los he visto a los dos (bueno a los dos no, ya que solo pude ver a Cachín Padre y a Fernando). Me acerqué con mi hijo a la Bodega de Cachín y comimos en la de Fernando.
Con él compartí una botella de Algueira Barrica 06. Un maravilloso espectáculo para los sentidos.La cata siempre la hacemos comentada. Una de las primeras sensaciones que me sorprendieron de este vino, fueron las notas de maduración, era un maravilloso membrillo de frutas (con notas dulces pero sin pasarse). Muy mineral, pero con una fruta y un frescor maravillosos, muy equilibrado y con las notas de madera muy integradas. Es un vino embriagador, que llena todos los sentidos y que estas deseando que nunca se acabe la botella.
Mientras charlábamos, me enseñó el periódico de hoy, donde aparecen dos reseñas de la futura Ruta del Vino y el turismo enológico.
http://www.lavozdegalicia.es/lugo/2008/11/02/0003_7277705.htm

Y hablamos de la soledad del emprendedor, del olvido de las instituciones, del capital privado y de lo mucho que queda por hacer.
A mí, sin embargo, me gusta comentarle "Fernando, quédate con lo mucho que habeis echo ya, cuatro como tú".

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